En tan pocoas palabras, el autor del diseño de películas tan significativas como Alien, Abyss o Dune, enmarca perfectamente la transformación que sufre el ser humano que es capaz de emprender el viaje hacia su interior.
Se dice, que solo el 15% de nuestro cerebro es consciente de sus pensamientos. Hacia el 85% insconsciente es hacia donde se inicia el viaje, la maravillosa exploración de nuevos territorios desconocidos. En ocasiones agradables y en ocasiones desagradables, pero el desconocimiento de los mismos no va a evitar que estemos bajo su absoluta influencia. Ahí es donde radica la importancia del conocimiento interior. Si realmente queremos cambiar algo de nuestro exterior, si queremos que nuestras acciones o resultados exteriores sean otros y sólo controlamos el 15% de nuestros pensamientos, por no hablar de todo aquello que está al margen del alcance de nuestra influencia (lo que depende de otras circunstancias) ¿Que probabilidad de éxito tenemos? Lo maravilloso es que a pesar de ello en ocasiones, obtenemos lo que consideramos un triumfo, pero ¿Y si fuesemos capaces de descubrir lo que hay en ese territorio inconsciente? La buena noticia, es que es posible cambiar el descubrimiento e ir trabajando esas capacidades para ir mejorándolas y aumentar así nuestras posibilidades de éxito.
He oido por ahí que 10.000 horas de práctica es lo que nos separa de la excelencia. Mi pregunta, ¿Con eso es suficiente? ¿Hace falta algo más?
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