¿Estas desorientado? ¿Cansado de esforzarte y no llegar?¿Insatisfecho contigo o con los demás? ¿Te cuesta identificar tus prioridades y cumplir tus metas? ¿y tu autoestima? Tal vez un proceso de coaching te pueda ayudar.

martes, 29 de diciembre de 2009

La felicitación de Leopoldo Abadia


El pasado 24 de Diciembre, el Sr Abadía, me asombró en una ocasión mas. El artículo cuyo link os adjunto no es más que una simple y manida felicitación de navidad. Pero con mensaje, carga de profundidad y en el que hablan hasta los espacios en blanco.
Para empezar, hace una descripción de eventos que habitualmente relacionamos con la felicidad, y con el hecho de desear la felicidad en estos tiempos. Pero lo mejor llega con la aproximación al concepto de prosperidad, y como vincula una inscripción latina "Nil difficile volenti", con la frase que el entrenador de Estudiantes, dejó en la pizarra a sus jugadores el dia de la Final de la Copa del Mundo de Clubs, pero de 1968.
Desde ahí, ya es relativamente sencillo, el afirmar que la prosperidad, cuesta, que requiere esfuerzo y que necesariamente pasa por la identificación de los objetivos y la elaboración de un plan para alcanzarlos. Gracias Leopoldo, por recordarnos la importancia de tener objetivos. Vamos en definitiva de saber que es lo que queremos. Con frecuencia lo más evidente es lo más olvidado, y por ello es muy importante que personas sabias, pero con el don mágico de la popularidad, nos lo recuerden. Ahora solo falta ponerse manos a la obra y poder alcanzar los objetivos con inteligencia y torsión lumbar (con trabajo quiero decir).
Como me temo lo mejor, espero con positiva ansiedad el mensaje del Sr. Abadía para el dia de Reyes.

sábado, 26 de diciembre de 2009

Feliz Navidad

Que los buenos deseos que están tan presentes estos días, se hagan duraderos durante todos los tiempos. Que encontremos el tiempo necesario para dedicarselo a los que más queremos y tomemos consciencia de nuestra potencia de desarrollo, para que sea motor de crecimiento y nos haga seguir dando lo mejor de nosotros mismos a todos los que nos rodean.

sábado, 19 de diciembre de 2009

¿Que hacemos con los niños?

Es otra de las grandes preguntas a las que no es fácil responder. No hablo de como entretenerlos o como hacer que no molesten. Si sólo se tratase de eso las respuestas son fáciles. La cuestión es más profunda, tiene que ver con la preparación/educación que les estamos proporcionando para su futuro. ¿Lo estamos haciendo bien?. ¿Conseguiremos que sean adultos felices?. ¿Conseguiremos que tengan éxito?¿Que entendemos por éxito?.
En el vídeo adjunto Ken Robinson, experto en creatividad reflexiona sobre estos aspectos y defiende la educación en la creatividad, y en el desarrollo de los talentos que cada uno de nosotros tenemos desde que nacemos y que según Robinson los actuales sistemas educativos se encargan de adormecer.
Espero que os guste.

Por supuesto, todo esto es aplicable a nosotros mismos, a nuestras limitaciones y a nuestra creatividad. Bien merece una reflexión.

viernes, 18 de diciembre de 2009

La genta que me gusta. (M. Benedetti)


Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad.Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño.
Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.
Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme. La gente que tiene tacto.
Me gusta la gente que posee sentido de la justicia.
A estos los llamo mis amigos.
Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor. La gente que nunca deja de ser aniñada.
Me gusta la gente que con su energía, contagia.
Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.
Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.
Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.
La gente que lucha contra adversidades.
Me gusta la gente que busca soluciones.
Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen.
Me gusta la gente que tiene personalidad.
Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.
La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor para los demás y propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE.
Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido.

martes, 15 de diciembre de 2009

Circulos viciosos



Lo cierto es que no he buscado el concepto en el diccionario, como en alguna otra ocasión. Creo que es de todos conocidos y requiere pocas aclaraciones adicionales si los definimos como procesos sin fin, que llevan a una nueva situación, que es el origen de un nuevo ciclo del circulo.
El resultado de estos circulos viciosos puede ser diverso, desde los que contaba Joaquín Sabina en su canción de mismo nombre hasta los tan temidos ciclos deflacionistas, tan de moda en los tiempos que corren y que nos han costado un disgusto a mas de uno.
También es cierto que estas situaciones, también pueden darse con signo positivo, pero en ese caso pierde fuerza el concepto de vicioso, el cual podríamos sustituir por virtuoso.
Este tipo de ciclos, están presentes en muchos ámbitos de nuestras vidas.
Voy a dar algunos ejemplos:
  • Cuando te motivas y consigues un éxito, este éxito es la motivación para luchar por el siguiente objetivo. Suele ser uno de las fuentes de energía de las personas con éxito. (Que cada uno ponga su concepto de éxito).
  • Cuando fracasas, se puede producir el efecto inverso, hasta llegar a la depresión.
  • Cuando una relación con alguna persona, da igual, amistad, pareja, colaboración, entra en un circulo de este tipo puede ser también constructivo o destructivo. En esas situaciones pequeños estimulos pueden provocar grandes tormentas.
  • Cuando en nuestro comportamiento y en nuestro lenguaje tienen especial fuerza los juicios sobre los que nos rodean, es bastante probable que acabemos generando conflictos en un momento u otro. Conflictos que intentaresmos controlar y para lo que emitirimos nuevos juicios...

Probablemente podría describir unos cuantos más, pero se me hace tarde. Lo que me interesa comentar es que es necesario encontrar la forma de romper los ciclos negativos y potenciar los positivos. ¿Como? pues con el coaching. El coaching nos puede ayudar a utilizar nuestros recursos con el mejor rendimiento posible, al mismo tiempo que nos hará aflorar  nuevos recursos que por falta de autoexploración estaban en ese 85% de nuestro  cerebro inconsciente.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Control emocional

Decía Aristóteles. "Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo".
Y si para el gran Aristóteles, controlar una emoción como la ira, no le resultaba sencillo, no puede ser menos para el resto de los mortales. ¿En cuantas ocasiones, nuestras emociones nos hacen hacer cosas que no deseamos? ¿En cuantas ocasiones decimos eso de "perdí los papeles"? ¿Cómo sería de diferente mi vida si pudiera gestionar adecuadamente mis emociones? No hablo ni de emociones buenas ni malas, no hablo de controlar las emociones, y no hablo de ignorar las emociones. Seguramente todo ello nos provocaría otro tipo de inconvenientes diferentes, pero inconvenientes. Por adecuada gestión de las emociones, entiendo la propuesta de Aristóteles. No se trata de no enfadarse, o de no fustrase, o de no entristecerse... Se trata de hacerlo adecuadamente, sin que nos ocasione consecuencias no deseadas.
En ocasiones, estas emociones mal gestionadas intervienen como limitador de nuestros objetivos impidiendo nuestro adecuado desarrollo. Un miedo, la ira, el asco,... nos pueden alejar definitivamente de nuestra meta. La buena noticia, es que se puede aprender a tener una adecuada gestión emocional. Hablaremos de como conseguirlo otro día.

martes, 8 de diciembre de 2009

El negocio de los gimnasios.

Es un hecho, la mayor parte de todos nosotros nos hemos apuntado en alguna ocasión a un gimnasio al que no hemos ido en más de un par de ocasiones. Es más, buena parte de los gimnasios conocedores de su mercado ofertan paquetes anuales, que nunca les van a suponer uso alguno de sus instalaciones. No es más que un ejemplo de uno de nuestros comportamientos limitantes. Se trata de conductas o hábitos que nos impiden realizar aquello que nos gustaría realizar. ¿Podemos hacer algo contra ellos?¿Ganan siempre?

La fortaleza de estos comportamientos limitantes se encuentra en que están apalancados en algún valor "escusa" que les dota de una gran energía. En el caso del gimnasio, la más fecuente sería la comodidad, aunque cada uno tenemos nuestro "valor oscuro" para cada comportamiento limitante.

La única forma de vencer este tipo de comportamientos es romper el paradigma de la victima, en el que siempre tienes a punto una escusa y tomar las riendas de tu vida de forma que tu seas el protagonista. Se puede hacer.